En estos días en que las elecciones presidenciales en EEUU están a punto de dejarnos a todos con los nervios destrozados, leí un artículo en una revista virtual que me pareció muy apropiado. El escritor nos cuenta acerca de algún actor a quien un fan le pidió que le dijera a sus admiradores que salieran todos a votar. El actor, con mucho sentido común, le respondió, entre otras cosas, lo siguiente: (abajo les dejo el enlace por si quieren leerlo todo y saber qué actor es, la verdad yo no lo reconozco).
“Votar es un derecho, no un deber, no es una obligación moral. Como todos los derechos, el voto viene con algunas responsabilidades, pero tal como están las cosas, el listón no está muy alto que digamos. Aquellos que creen en ovnis y extraterrestres caminando entre nosotros son bienvenidos en las urnas. Si usted cree que el mundo es plano y que el viaje a la luna fue un montaje, está igualmente invitado a votar. Astrólogos, racistas, cazadores de fantasmas, sexistas y personas que toman sus decisiones diarias preguntándole a algún juego de moda, a todas se les permite participar. De hecho son animadas a hacerlo."
“La realidad innegable es esta: nuestro derecho al voto no requiere ningún entendimiento de la actualidad, ni ningún conocimiento de cómo funciona el gobierno. Cuando las celebridades sale a decir que ‘todos los votos cuentan’ tienen toda la razón. Pero cuando nos dicen que ‘todas las personas deberían salir a votar’ sin importar lo que esas personas piensen o crean, me pregunto ¿qué se estarán fumando?”
Y al final concluye “El país no necesita votantes que tengan que ser engatusados, seducidos o persuadidos para que voten. Necesitamos votantes que deseen participar en el proceso. Así que si realmente quiere que diga algo político, qué le parece esto: ¡Lean más! Apliquen unas horas a la semana a estudiar historia, naturaleza humana, y teorías económicas. Comiencen con “Economía en una lección”. Luego intenten con Keynes, después Hayek, Marx, Hegel. Desarrollen una visión global, una teoría que puedan expresar claramente y defender. Prueben su teoría con personas que no estén de acuerdo con ustedes. Hagan debates, argumenten. Ajusten su teoría si es necesario. Luego, cuando sean las próximas elecciones, voten por el candidato cuyas teorías estén en concordancia con las suyas. O no. No tiene que votar. El derecho de reunirse en asambleas, el derecho a protestar y hablar con libertad fueron incluidos en las Constituciones para asegurar que las mejores ideas y los mejores candidatos saldrían del proceso más transparente posible. Recuerde, no hay nada de patriota en votar sólo por el hecho de votar.” 1
Me pareció muy acertado, sobretodo sabiendo lo que ha pasado en Reino Unido con el Brexit y en Colombia con el plebiscito por la paz. En ambos casos los resultados fueron sorprendentes, pues nadie se esperaba que los ciudadanos rechazaran las propuestas que proponían unidad en un caso y paz en el otro, y escogieran la incertidumbre. En Reino Unido fue claro que la gente no sabía por qué estaba votando, muchos pensaron que el Brexit tenía que ver con la inmigración y eligieron la opción de salir (Gran Bretaña de la Unión Europea), creyendo que se refería a que los inmigrantes salieran de su país.
En el caso de Colombia fueron muchas las ideas falsas que se difundieron, pero en general, la idea primordial fue: no al perdón, no la “impunidad”. En los dos países, las masas no tenían ni idea de qué era lo que en realidad estaban votando y fueron manipulados por los medios, que a su vez fueron manipulados por intereses particulares.
En el caso de Estados Unidos, incluso si Donald Trump no es electo presidente mañana, el hecho de que haya llegado hasta aquí y haya sido aceptado por el partido Republicano como su candidato presidencial es una muestra del mismo problema. Las masas ignorantes, manipuladas por los medios y estos manipulados por intereses particulares.
Pero yo aún voy más allá y pienso que el problema principal en todos estos casos no es la ignorancia de muchos de los votantes. Sí, hay una proporción de personas cuya ignorancia es inquebrantable y creen absolutamente todo lo que les diga el candidato que les gusta o los medios que escuchan (no leen), aunque lo que diga sea totalmente absurdo; y no dejan de creer, incluso mostrándoles datos y hechos contundentes. Lo hemos visto en Colombia, con la campaña del No, de la que sabemos que fue totalmente fabricada con mentiras. Tenemos la confesión de su gerente, tenemos los documentos originales de la propuesta de paz donde se puede constatar tan fácilmente como leyéndolos, que lo que dijeron en la campaña son mentiras absurdas, y aun así muchos de los que votaron No todavía siguen empecinados en las mismas ideas. Lo vemos en EEUU, con Donald Trump, que puede decir hoy una cosa frente a las cámaras y mañana negarlo desvergonzadamente y la gente le cree. Y sigue empatado en las encuestas ¡Aunque existan los video donde se ve y se oye él mismo diciendo lo que dijo hace apenas unos días! Es de locos. ¿Pero por qué creen tan fácilmente? ¿Por qué no hay manera de mostrarles la verdad? Porque eso es lo que quieren oír. En el caso de GB, no les importaba salir o no de la Unión Europea. Es más, no sabían que eso era exactamente lo que estaban votando. Solo los motivaba un discurso racista, xenófobo y de ultraderecha: Mi país es mío, no lo voy a compartir con nadie, los extranjeros son los que nos tienen en la ruina. Que es en últimas el mismo discurso de Trump en EEUU. Y en el caso de Colombia, el odio también fue el ganador. No nos equivoquemos, lo que ha determinado el triunfo de todas estas elecciones no es la ignorancia del pueblo, es el odio, la falta de tolerancia, la discriminación de una triste mayoría de personas. Ignorancia hubo tanto en los que votaron una cosa como la contraria. Muy pocas personas entendían qué era eso del Brexit, es más, nadie, ni siquiera los promotores del Brexit, sabía con certeza lo que pasaría al salirse, pero entre todo lo que se ignoraba, algunos sin saber ni entender completamente votaron por la unidad, por la aceptación, por la inclusión. En Colombia muy pocas personas se leyeron los acuerdos. Probablemente los únicos que los entendían al 100% eran los que los redactaron. Sin embargo, dentro de toda esa ignorancia, algunos le apostamos al perdón, a la paz con reparación y verdad, al amor, a la inclusión. Pero ganó el odio. Eso es lo que nos ha dejado al resto del mundo en duelo, desesperanzados. Porque no podemos reconocer en ese odio a las personas que queremos. Porque no logramos conciliar el supuesto mensaje religioso de esa mayoría con la actitud intolerante que profesan. Porque vemos en el mundo entero un triunfo de la ultraderecha elitista, de la exclusión, del colonialismo. Un triunfo del odio. Por eso en las próximas elecciones, si va a votar, por favor lea. Si quiere prebendas, no vote. O mejor, ame. 1 http://qpolitical.com/24-hours-after-last-nights-debate-mike-rowe-makes-a-huge-confession-on-what-he-see-wrong-with-this-election/
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